Los días 8, 9 y 10 de octubre fueron muy especiales para nosotros y sobre todo para ese colectivo ixil y kiche que permanece asentado en las aisladas montañas de la Sierra de Chama, estribaciones de los Cuchumatanes. Aquí sobrevivieron unos y otros y muchos fueron masacrados en la década de los 80-90.
Nunca se rindieron y una vez firmada la paz buscan salir a luz pública y dar a conocer al mundo su dramática situación.
Carecían de energía eléctrica, de una carretera de terracería y sobre todo su gran sueño siempre fue disponer de agua potable. Lucharon durante más de veinte años por lograrlo pero todo fue en vano. La falta de nacimientos, su ubicación a cerca de 2.000 metros de altura y la naturaleza caliza de esta región donde las aguas van subterráneas fueron impedimentos insalvables. Siguieron tomando agua de lluvia recogida de sus humildes casitas llena de suciedad y de óxido de hierro de las láminas metálicas de sus tejados. Pero aún así no apartaron ese gran sueño: llegar algún día a tomar agua limpia.
Para Cultura Indígena también ha sido un sueño que hemos intentado resolver año tras año. Al fin, en el año 2021 hicimos el último intento. Se movilizó a la gente de las tres comunidades para que por equipos peinaran la montaña, una tupida selva tropical húmeda. Se fueron encontrando nacimientos que se descartaban por su pico caudal en verano o por estar más bajos que las comunidades. Más de un mes de búsqueda y cuando ya el desánimo se apoderaba de la gente surgió el milagro: un nacimiento de aguas puras, muy abundante y a una altitud suficiente para llegar a las comunidades de Encuentros Amakchel, Mirador y Santa Clara.
Fue una gran alegría para todos pero el trabajo duro comenzaba en ese momento. Nuestra contraparte local, La Asociación de Mujeres Indígenas Voz de la Resistencia, presidida por la incansable luchadora doña Nazaria Tum Sanic, comenzó a elaborar un proyecto después de que técnicos permanecieron en la montaña durante un largo mes para hacer un completísimo estudio.
A partir de ahí, le tocó a Cultura Indígena luchar para buscar financiación y se logró con el compromiso de la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo y los Ayuntamientos de Oviedo, Gijón y Castrillón junto a la aportación de Cultura Indígena y la Asociación de Mujeres.
Se ejecutó la primera fase con éxito y sucesivamente presentamos la segunda y tercera para las que también logramos los fondos.
Este 2024 el gran sueño de CIPA y de las tres comunidades más la ayuda a una cuarta, Xetza, se hizo realidad.
El día 8 fue en Mirador donde se celebró la inauguración. Por parte de Cultura Indígena estábamos presentes Isabel Mateo, la secretaria de la ONG, y Antonio Diaz presidente. Nos recibió la banda escolar y nos acompañó hasta el patio de sus escuelas donde tuvo lugar el acto. Agradecimientos, alegría a raudales, reconocimientos para todos. Los sentimientos a flor de piel, lágrimas de alegría. Un poco de justicia, un rayo de esperanza después de tantos sufrimientos.
El día 9 de octubre descendemos de Mirador a Los Encuentros Amakchel por una terraceria en mal estado. En esta comunidad nos estaban esperando las autoridades y muchos pobladores en el depósito distribuidor. Palabras de bienvenida, unas oraciones y escoltados por dos filas de motos nos condujeron al salón comunal donde tuvo lugar el acto. Cuentan la historia y el enorme esfuerzo que supuso este proyecto. Una noche completa para subir un saco de cemento o dos personas para llevar los pesados tubos. El trabajo fue durísimo, sobre todo en la primera fase pero todo sueño requiere esfuerzo y lucha. Se sienten a su vez enormemente agradecidos a Cultura Indígena, A la Asociación La Voz de la Resistencia y sobre todo a los donantes. Un día completo de celebraciones, reconocimientos, discursos de todas las estructuras, Alcalde, Cocodes, comité de mujeres, comité de Agua, educación, salud. Por nuestra parte intervenimos todos los implicados en el proyecto que al terminar recibimos varios reconocimientos. Y por supuesto, lo mismo que en Mirador un gran almuerzo.
El 10 llega el de Santa Clara. Una comunidad más grande, más de 200 familias. Todo estaba engalanado, una fiesta para recordar toda la vida. Aquí se cumple ese gran sueño luchado por CIPA durante décadas. El gran salón comunal totalmente lleno con el colorido rojo de las mujeres ixiles y los cortes y huipiles de las Kiches. No faltaba la marimba que acompaña el día entero.
Se explica con imágenes y vídeos todo el proceso del proyecto. Saludamos a viejos conocidos que daban una y otra vez las gracias con sus ojos llenos de lágrimas. No hacían falta palabras; los rostros de la población lo decían todo, mostraban la alegría y el agradecimiento. Hablaron todas las estructuras y todas nos obsequiaron con bonitos regalos hechos con sus propias manos.
Después de 24 años de caminar por estas tierras, de compartir tantas penas y tantas alegrías, al fin mi gran sueño es una realidad. No se los años que el destino me regalará para seguir creando sueños, para seguir llevando una sonrisa a los labios de los más desfavorecidos, mientras las fuerzas me acompañen aquí seguiremos.
Vaya nuestro agradecimiento a la Agencia Asturiana de Cooperación y a los Ayuntamientos de Oviedo, Girón y Castrillón.
Antonio Díaz